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Bosque Encantado de Aldán (Cangas)

La Finca de Frendoal, también conocida por los vecinos del lugar como el Bosque Encantado, se encuentra en la parroquia de Aldán, perteneciente al ayuntamiento de Cangas, en la comarca de O Morrazo. Esta finca formaba parte de la conocida como Casa Torre de Aldán, propiedad de los Condes de Canalexas, y en su momento fue utilizaba como lugar de recreo de los condes y sus invitados.

Una vez allí, nos encontraremos con un camino lúgubre rodeado de árboles autóctonos, como robles, castaños, abedules o laureles, y que transcurre paralelo al río Orxas, nos lleva hasta un pequeño castillo con foso y puente levadizo del que solo se encuentra la estructura. Construido en la década de los 60, nunca llegó a terminarse, pero su estado actual, cubierto de musgo y enredaderas, ayuda a incrementar el ambiente mágico del parque. Es un lugar ideal para sentarse en alguno de los bancos de piedra que lo rodean, descansar y escuchar el sonido del agua y el viento entre las hojas de los árboles. Unos metros más adelante se asienta un hermoso y viejo acueducto de mampostería, conocido con el nombre de Arco dos Mouros o Arco da Condesa.

Por todo lo comentado, es un sitio perfecto para ir con tu peludo, pero recuerda recoger cualquier tipo de basura para mantener entre todos el bosque limpio y puro.

Bosque Encantado de Aldán (Cangas)

Pontevedra

La Finca de Frendoal, también conocida por los vecinos del lugar como el Bosque Encantado, se encuentra en la parroquia de Aldán, perteneciente al ayuntamiento de Cangas, en la comarca de O Morrazo. Esta finca formaba parte de la conocida como Casa Torre de Aldán, propiedad de los Condes de Canalexas, y en su momento fue utilizaba como lugar de recreo de los condes y sus invitados.

Una vez allí, nos encontraremos con un camino lúgubre rodeado de árboles autóctonos, como robles, castaños, abedules o laureles, y que transcurre paralelo al río Orxas, nos lleva hasta un pequeño castillo con foso y puente levadizo del que solo se encuentra la estructura. Construido en la década de los 60, nunca llegó a terminarse, pero su estado actual, cubierto de musgo y enredaderas, ayuda a incrementar el ambiente mágico del parque. Es un lugar ideal para sentarse en alguno de los bancos de piedra que lo rodean, descansar y escuchar el sonido del agua y el viento entre las hojas de los árboles. Unos metros más adelante se asienta un hermoso y viejo acueducto de mampostería, conocido con el nombre de Arco dos Mouros o Arco da Condesa.

Por todo lo comentado, es un sitio perfecto para ir con tu peludo, pero recuerda recoger cualquier tipo de basura para mantener entre todos el bosque limpio y puro.

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